ESA NOCHE.
Esa brillante noche acaricié tu rostro de luna,
tu sonrisa cubierta con el frenesí de mis besos,
degusté las emociones de tu piel una a una…..
Haciendo de la incipiente braza fuegos intensos.
Se agolpaba nuestra sangre en un solo cauce,
corroían nuestras ansias unificado deseo,
trémulas mis manos, tus formas a su alcance,
apetecidas contorsiones de ese cuerpo tan bello.
Bebimos de nuestros labios sutil vino de Eros,
los sentidos cautivos a la candidez de los alientos,
suspiros que provocan tan apetecidos desesperos,
son caricias sublimizadas en tus pulcros aposentos.
Y en los prolongados silencios de idílica noche,
rasgaron su quietud los sonidos del placer,
la luna que hacía de su complicidad derroche,
proyectaba ensamblados cuerpo de hombre y mujer.
Autor: Víctor A. Arana,
(VICTOR SANTA ROSA),
Cincinnati, Noviembre 3 del 2010.