EL CREADOR DEL POETA.
En la faz del papel se plasma la inspiración,
esas sutilezas descritas por la bella palabra.
La Poesía dice lo que a veces la voz no habla,
materializando con tinta la silente emoción.
Un simple Verso es capaz de dibujar belleza,
inédito del pensamiento bohemio del Poeta,
se canta a la patria, la felicidad o la tristeza
y en sus letras se devela esa ilusión secreta.
El Poeta describe y cautiva en su inspiración,
dibujando el paisaje de la vida con Maestría,
pero es de mano celestial tan excelsa Creación,
por la que su pulso tiembla y su alma suspira.
Convergen en lo Divino Creación y Poesía
rindiendo pleitesía a la majestad del Creador,
sin su otorgada Inteligencia no habría Poesía
y tampoco existiría sin su Voluntad el Escritor.
Es la Poesía eco del sentimiento puro,
voz interior que sublimiza el corazón,
es cómo Arco Iris sobre cielo oscuro,
ante la ausencia del sol oculto sin razón.
El Verso trasciende a toda Cronología,
sus letras quebrantan al corazón más duro,
arcano confidente de penas, tristezas o alegrías,
esboza el pasado, vive presente y avizora futuro.
Es de celestial belleza toda la Creación,
cómo cautivante también lo es la Poesía,
el Poeta la pinta ofrendando su emoción,
pero de mano sagrada es toda cosa y vida.
Autor: Víctor A. Arana,
(VICTOR SANTA ROSA),
Cincinnati, Junio 19 del 2010.