¿ES DE CARNE EL AMOR?
Merodea el alma sublime inquietud,
agitando impensados sentimientos,
impulsados por ese desconocido albur,
jugamos la ruleta con los pensamientos.
A veces se ama sin tener lo deseado,
fustigando una silueta la imaginación,
se palpa en la nada ese cuerpo amado
y en los sueños se le ofrenda adoración.
Sentimos esa presencia inexistente,
amándola si motivo ni razón alguna,
su caricia distante y fría cómo la luna,
es amor que no tiene pasado ni presente.
Se añora el sensual calor de un cuerpo,
que sutil diluye dentro del pensamiento,
perece el anhelo de caricias desierto,
amando la nada sufriendo en silencio.
Y es que amar es etéreo sentimiento,
en busca de carne para materializarse.
Esa figura que idealizamos muy adentro,
es necesidad del alma al enamorarse.
Sentimos a veces la sugestión del amor,
ese llamado tan imperfecto y equivocado,
postrados sobre lecho de lágrimas y dolor,
amando con fervor lo que nos es vedado.
Se dice que el amor es entrega y nobleza,
¿Pero cuánto se sufre sin tener lo deseado?
Añorando quizá una mirada de lo amado,
se abaten ansias entre amargura y tristeza.
Etérea ilusión en nuestro adentro tangible,
inexacta afinidad que subyuga y hechiza,
se siente, se vive pero a los ojos no visible,
más en umbrales del alma su flama sublimiza.
Es abrazar el deseo sin estructura ni forma,
imagen suprema que se yergue en la mente,
virtualidad de un talle, un perfil o un dogma,
que se aprisiona en este delirio ferviente.
La encarnación del amor redime el placer,
su vivencia interior es insatisfecho deseo,
amar es del alma, inestable el querer,
que se sustenta en repudiable Eros pasajero.
Se arraiga del subconsciente tan sutil esencia,
ansiando el calor que prodiga una caricia,
pero al abrazar la soledad sólo hay ausencia,
emoción tan grata pero fugaz y ficticia.
Hablar tanto del amor no es fútil verborrea,
es voz de lo que el corazón palpita y desea,
tampoco es redundar cuándo se ríe llorando,
ni por esa imposible ilusión morir amando.
Autor: Víctor A. Arana,
(VICTOR SANTA ROSA),
Cincinnati, octubre 6 del 2010.